Creative Commons License

lunes, 23 de noviembre de 2009

De Amor, Agobio y Adicción.



Yo amo mi vida. Amo a Dios, por sobre todas las cosas. Amo a mi familia, tanto que daría la vida por cualquier miembro de ella. Amo muchas cosas que andan y son en la existencia, sólo por el hecho de que estan presentes y ocupan un espacio.

En lo personal, soy un hombre que ama a quemarropa. Doy sobredosis del mismo, hasta que ya no queda nada, se esfuma.  Dudo que sea la mejor manera de hacerlo, ya que cantidad nunca va a superar a la calidad. Sí, la teoría es mucho más fácil que la práctica.

Siguiendo en mi persona, no creo que halla mayor expresión de amor que la que Dios nos muestra todos los días. Prueba misma es el dejar existir, hacer y deshacer a seres tan inmundos como lo somos los humanos.

Siempre me he preguntado que es y que causa el amor, en especial el de tipo eros. Nunca he topado una respuesta que me deje satisfecho por completo.

Sólo sé que el amor cansa, envejece, arruga y estruja. Es un vicio que te puede volver loco de la noche a la mañana. Un yugo enorme en la espalda, que va a hacerte arrastrar grilletes toda tu vida. Es como un millar de brazas ardientes sobre tu pecho, esperando matarte o ser apagadas. Un engendro entre la Desesperación y el Agobio.

El amor o enloquece, o no existe, simple es así. Hasta el hombre más cuerdo cede por obra de este, con la posibilidad de dejar todo lo que es y lo que tiene, siempre vigente. Y es que nadie es insensible, por más que todos intentemos demostrar que lo contrario es factible. Somos seres meramente románticos, en mayor o menor medida, siempre en busca de quien complete o arruine nuestra vida con una porción de igual amor.

Por si todo esto fuera poco, causa una adicción más fuerte que muchas sustancias, y sé de lo que hablo:

Cuando te colocas con amor por primera vez, es más fuerte que el jaco más puro del mundo. Eres una nube andante, todo es miel sobre hojuelas, simplemente nunca has estado mejor. Luego empieza el bajón, como un síndrome típico de cualquier badtrip. Eres un ser paranóico, con fuertes delirios y alucinaciones. Este es justo el momento en el que sientes en que literalmente podrias matar por amor. Eres una bestia. Por último queda la nada. La total insensibilización, donde el amor terminó y sólo quedan los recuerdos. Terminas estrujado, maltratado, sin ánimos. A veces te deprimes, intentando recordar porque antes eras feliz y ahora simplemente ya no. Ahí es justo cuando inicia la fase donde buscas más amor, porque ya es necesario para ti. Cualquier parecido con Requiem o Trainspotting es mera coincidiencia.

Dios nos dio la capacidad de tener amor, supongo que solamente para que supieramos que sólo un Ser Superior puede lidiar con este. Por lo menos en mi caso, siento que un día puedo perder la noción de todo a causa del mismo. Es el vivir la vida al límite, siempre a conciencia de que todo puede dar un giro completo, estando abajo cuando antes eras en la cima, o viceversa. Y el fenómeno es tan natural, que todos vivimos y morimos por amor.


Y, a pesar de todo lo anterior, nunca me pasaria por la cabeza el dejar de amar.











Adrián M.

2 comentarios:

  1. Y es que:

    "Amar es la mayor locura, a no ser que se ame con locura" -Nach

    Lo increible es que a veces el amor más loco, el amor eterno que nos brinda Dios, no es recíprocuo de nuestra parte, y aún así, lo de eterno a Dios no se le olvida.

    ResponderEliminar
  2. oye peero de perdido, trainspotting tiene un final"feliz" jaja no ke requiem es algo mas cruda en el final

    ResponderEliminar