Creative Commons License

lunes, 28 de febrero de 2011

Placeado en la plaza me llegó la disertación

¿De qué puedo quejarme?
Si para empezar, existo,
y no me pierdo estos recuerdos
inherentes a la vida,
que por más que esté podrida
bien podría -sin ser-
jamás haberlos visto.
Si visto y calzo y no me faltan
ni me sobran cromosomas.
Si mi lucidez se asoma
aunque el mundo se desploma,
se derrumba hacia la tumba,
en cada zona, cada bioma,
cada letra, cada punto,
cada coma, cada axioma,
catolicismo de roma,
asesinos pro mahoma,
demagogia lo que doma
y yo que sin embargo
existo.
¿Pa´qué quejarme
de quien se queja y no actúa,
mientras el varo fluctúa
y varo es lo que todos quieren?
Si es democracia lo que impera
en esta esfera,
si pa que un mediocre mande
primero ha de ser votado,
si el estado es resultado
del mestizo emancipado
y como el pueblo es quien gobierna
a mí ya no me consterna
ni el presente, ni el futuro, ni el pasado.
Si cuando la voz del pueblo se alza
se emite solo silencio
y se percibe más silencio...

Y en eso, me levanté de la banquita y me vine a la casa.



Alejandro

No hay comentarios:

Publicar un comentario