Mimimimimiii mimimimimimimimimiiimimiiimimiii...
No me molestes, malnacido.
Mi muy nimia metonimia me ha marcado nuevamente.
Entretanto intento -entre tanto intento ajeno-
que nuestro anticonstitucionalmente autoimpuesto
sentir nacionalista ya no atienda más a la sinrazón
o al ensimismamiento -mierda por antonomasia-
que nos mueve al "soy muy mexicano mientras un mezcal me empino",
sino a una autonomía más... mejor
(pleonasmos más, pleonasmos menos).
Ni melómano, ni misántropo, ni mitómano,
ni meto mano, mano...
Ni Method man, ni Nas, ni El niño, ni el Ente one ni nada,
nomás más nada. Mientras tú,
nomás me mermas vehementemente el menester más necesario
conjugándomelo en gerundio, terminándolo en -iendo,
haciéndome notar un gen dominante que, no manches...
Ni mi instinto animal es nano, ni náno al revés me mola
ni me representa como pa´ ponerme a comer más ansias, nena.
Calma...
Calma que mi mamá aún me mima, mis memos me matan,
camina mi tiempo agotándoseme más y más,
lo inminente se anima y se arrima.
Y si rima o no rima, al menos de mí emana, mi hermana.
Mínimo lo emano, mi hermano.
Simón.
Alejandro
sábado, 9 de abril de 2011
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